Desde el 14 de julio, Bre-B el nuevo sistema de pagos inmediatos del Banco de la República entró en operación, y aunque la información dada hasta el día de hoy promete eficiencia y una transformación digital sin precedentes en el país, el verdadero reto no está en la velocidad de las transferencias. Está en su capacidad de funcionar bajo presión, resistir ataques y proteger millones de transacciones con precisión y alta calidad.
Sí, Bre-B permitirá transferencias interoperables entre bancos en menos de 20 segundos, todos los días en cualquier momento y desde cualquier lugar. También reducirá el uso de efectivo, mejorará la inclusión financiera y abrirá la puerta a una economía más ágil y moderna.
Pero detrás de cada una de las promesas tecnológicas de avances, hay una infraestructura que debe ser probada, validada y monitoreada. Y es ahí donde entran los verdaderos protagonistas silenciosos de este avance; el control y aseguramiento de la calidad.
Bre-B no debe fallar, pero puede hacerlo
En la tecnología, la pregunta nunca es si el sistema va a fallar, sino cuándo y cómo se podrá recuperar de ese fallo. En el caso de BRE-B, que es un sistema que manejará transacciones instantáneas, la tolerancia al error debería ser prácticamente cero. Un retraso de cinco segundos puede ser percibido por los usuarios como una falla. Un error en la validación del código puede traducirse en fraudes. Un bug no detectado o corregido a tiempo puede convertirse en una crisis reputacional para el nuevo sistema financiero.
Por eso la calidad del software no puede ser un ítem más un checklist de desarrollo. Debe ser una política operativa y una regla institucional.
Retos de QA que enfrentará Bre-B
- Bre-B debe operar continuamente 24/7, los 365 días del año. Esto implica integrar pruebas robustas que le permitan al sistema no solo estar activo, sino responder con la misma precisión a cualquier hora sin importar cuantos usuarios estén conectados al mismo tiempo.
- Este sistema permitirá usar llaves como número de cedula, celular o correo para poder identificar las cuentas. Para esto se requieren pruebas de ciberseguridad avanzadas, que le permitan a los usuarios sentirse seguros y tranquilos con el manejo de sus datos y obviamente de su dinero.
- Bre-B conectará bancos, fintechs, cooperativas y al Banco de la República en un mismo ecosistema digital. Esto implica una integración entre todos los sistemas de los participantes nunca vista en Colombia, por lo que se debe asegurar que no haya perdida de información, fallos de integración o incompatibilidades entre los diferentes sistemas.
- Los usuarios no interactuarán directamente con Bre-B, sino que lo harán a través de las apps y plataformas que estarán integradas. Es por esto que el sistema debe garantizar que la respuesta sea en el menor tiempo posible y confiable, sin generar confusión en los usuarios independientemente de su edad o el conocimiento frente a estas tecnologías. La usabilidad debe ser impecable.
¿Y si Bre-B falla?
Este es el escenario que ninguna de las partes integradas en este sistema quiere imaginar, pero un equipo de QA realmente preparado y de alta calidad sabe que debe anticipar las posibles fallas en operación.
- ¿Qué podría pasar si una transacción no se completa? ¿No hay trazabilidad de qué pudo pasar? ¿Toma mucho tiempo en responder?
- ¿Qué pasa si un ataque cibernético a la infraestructura se propaga a todas las entidades que se integrarán en el sistema?
- ¿Hay un plan de contingencia probado bajo alta demanda?
- ¿Hay métricas en tiempo real que permitan detectar fallos antes de que escalen?
El éxito de Bre-B va más allá de la cantidad de transferencias que se puedan realizar, este sistema se medirá por la rapidez con la que el equipo a cargo pueda detectar, contener y corregir cualquier fallo antes de que los usuarios puedan percibirlo.
En conclusión, Bre-B es un sistema que cambiará directamente la vida financiera de millones de colombianos, y tiene todo para convertirse en un referente de innovación financiera en América Latina. Pero la tecnología y los avances no son suficientes. Este sistema no será realmente acogido por su lanzamiento, sino por la capacidad que tenga de sostenerse con alta calidad y ciberseguridad en el tiempo.
Si de algo estamos seguros en SQA es que los usuarios no van a recordar si la plataforma empezó a funcionar en septiembre. Van a recordar si su dinero llegó a salvo o no.
¿Y tú estás listo para confiar tus transferencias a este nuevo sistema? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!