Pruebas de aceptación

Las pruebas de aceptación

Como sabemos las pruebas de aceptación o conocidas como pruebas de usuario final, pruebas de aceptación del usuario (UAT) o pruebas de aceptación operacional,  son pruebas de software que permiten determinar si el sistema cumple con las especificaciones solicitadas por el usuario final.

Sobre las pruebas de aceptación

Las pruebas de aceptación se miden de acuerdo al grado de satisfacción del usuario final, es decir, que la aprobación final corresponde al usuario, quien se encarga de validar si el software cumple con los requisitos esperados y por ende es aprobado para su salida a producción.

Como lo comentamos en nuestra cápsula pasada, las pruebas UAT implican la implementación de pruebas de caja negra que permiten demostrar el cumplimiento de los requisitos e incluirlos en un plan de pruebas que define la validación a realizar y los casos de prueba asociados.

Para llevar a cabo las pruebas UAT de manera efectiva, es crucial incluir todos los requisitos relevantes en un plan de pruebas detallado. Este plan no solo define los criterios de validación que se deben cumplir, sino que también especifica los casos de prueba asociados que se utilizarán para evaluar cada uno de estos criterios.

De esta manera, se garantiza que todas las funcionalidades clave del software sean sometidas a pruebas exhaustivas y que cualquier problema o desviación con respecto a los requisitos establecidos sea identificado y abordado antes de la implementación del software en producción.

Retomando nuestro tema, el plan de pruebas está trazado para garantizar que se cumplan con todos los requisitos funcionales relacionados con el rendimiento, los datos, la seguridad de acceso al sistema, los procesos y los diferentes recursos del sistema.

Recordemos que al crear un plan de pruebas es necesario tener en cuenta:

  • Analizar detalladamente los requerimientos del sistema.
  • Identificar las nuevas funcionalidades a probar.
  • Identificar la funcionalidad del sistema existente que necesita ser probado
  • Definir la estrategia de prueba
  • Finalmente definir los requerimientos o criterios para iniciar y aceptar las pruebas.

Tipos de pruebas de aceptación

Es importante mencionar algunos de los tipos de pruebas de aceptación que se pueden implementar como lo son:

  • Pruebas de aceptación de usuario (UAT): Son pruebas realizadas por los usuarios finales del software para verificar si cumple con sus necesidades y expectativas antes de su lanzamiento oficial.
  • Pruebas de aceptación operacional: Se enfocan en asegurar que el sistema cumpla con los requisitos operacionales y de funcionamiento en un entorno real, como la capacidad de manejar cierta carga de trabajo o mantenerse disponible durante ciertos períodos.
  • Pruebas de aceptación de contratos y regulaciones: Son pruebas que se realizan para asegurar que el software cumple con los requisitos legales, contratos o regulaciones específicas que puedan aplicarse a su uso o desarrollo.
  • Pruebas alfa o beta: Las pruebas alfa se llevan a cabo en un entorno controlado por el desarrollador, mientras que las pruebas beta se realizan por usuarios reales en un entorno simulado o de producción limitada, para identificar errores y mejorar la calidad del software antes de su lanzamiento oficial.

Las pruebas de aceptación representan una de las fases más cruciales en el ciclo de vida de pruebas de software, ya que se enfocan en validar si el producto cumple con los requisitos y expectativas del usuario final. A diferencia de otras etapas de pruebas más técnicas o centradas en el desarrollo, las pruebas de aceptación buscan asegurarse de que el software sea funcional y satisfaga las necesidades del negocio desde el punto de vista del cliente o usuario final.

En esta fase, los usuarios o representantes de estos tienen la oportunidad de interactuar con el sistema de manera directa, evaluando si el software cumple con los criterios de aceptación previamente establecidos. Estos criterios suelen estar alineados con los objetivos comerciales y los casos de uso más comunes, lo que garantiza que el producto final se ajuste a las expectativas reales de operación en un entorno productivo.

Además, las pruebas de aceptación no solo verifican la funcionalidad, sino también la usabilidad, el rendimiento en escenarios reales y, en algunos casos, la seguridad desde la perspectiva del usuario. Este proceso es determinante para decidir si el producto está listo para ser lanzado al mercado o si requiere ajustes adicionales antes de su implementación final.

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